

Ópera en el Auditorio
LAS BODAS DE FÍGARO
Versión al Piano y Sobretitulada
Bono de Ingreso General $1000 / Socios $850.
Auditorio AMIA, Pasteur 633, Primer Subsuelo – CABA.
IMPORTANTE: acorde al protocolo vigente,
-El ingreso es por orden de llegada y con DNI/pasaporte vigente.
-Se debe ingresar con la entrada impresa o en el teléfono. A raíz del protocolo vigente, el ingreso podría verse demorado algunos minutos.
-AMIA pondrá a disposición alcohol en gel para todos los espectadores, y sanitizará todas las butacas.
-En AMIA se les tomará la temperatura, y en caso de ser mayor a 37,5 C° no se permitirá su ingreso.
-Todos los espectadores deben llevar en todo momento tapabocas/barbijo.
Síntesis de los IV Actos
Acto I
Fígaro y Susanna se preparan para su boda. La ubicación del cuarto asignado, cercano al del conde, despierta las sospechas de Susanna: el amo quiere hacer valer con ella el derecho de pernada, que él mismo abolió en sus dominios. Fígaro se muestra seguro de sí mismo y desplegará su astucia para evitar que esto suceda, pero surge un nuevo inconveniente: Marcellina, pretende que se cumpla un compromiso de matrimonio firmado por Fígaro en un momento en el cual necesitaba obtener un préstamo de dinero. Don Bartolo se vengará de Fígaro, quien tiempo atrás le “arrebató” a su pupila Rosina, para que se convierta en la esposa del conde. Llega el paje Cherubino, para solicitar a Susanna su mediación con el conde, pues éste lo sorprendió con Barbarina. Pero el señor llega para seducir a Susanna, e inmediatamente Cherubino logra esconderse. El conde, que ha retrasado el permiso de casamiento para Fígaro y Susanna, trata de convencer a la muchacha cuando llega Don Basilio, el maestro de música, y gracias a la astucia de la criada el amo puede esconderse sin toparse con Cherubino. Finalmente lo descubre. En medio de la confusión llega Fígaro acompañado por un grupo de campesinos, que homenajean al conde por haber abolido el derecho de pernada en sus dominios.
El señor acepta el homenaje, pero se obstina en no autorizar la boda; Por el momento, decide que Cherubino parta como soldado con un regimiento.
Acto II
La condesa está triste porque ya no se siente amada por el conde y sabe de sus coqueteos. Fígaro y Susanna la convencen para armar una plan. A través de don Basilio le enviarán una nota en la que se hará referencia a una supuesta relación entre la condesa y Cherubino, y Susanna fingirá aceptar una cita a solas; en el lugar que se convenga, Cherubino se presentará al conde disfrazado de mujer.
Sale Fígaro y comienzan a disfrazar al paje, cuando se escucha la llegada del conde. La condesa esconde a Susanna detrás de una cortina y al paje en una habitación, y llama la atención del conde, que ya está alertado por la nota de don Basilio. Quiere saber quién está escondido allí, no se puede abrir la puerta y los esposos salen en busca de herramientas. Susanna aprovecha y ocupa el lugar de Cherubino, quien huye saltando por el balcón.
La condesa se sorprende, al descubrir a Susanna dentro de la habitación. El conde deberá pedir perdón por sus sospechas, pero llega Antonio, el jardinero, muy enojado porque alguien que se arrojó del balcón le estropeó sus flores. Fígaro, intenta atribuirse la responsabilidad, pero el conde desconfía.
Entran Marcellina y don Bartolo, pretendiendo hacer valer sus derechos. El conde sentencia que mientras no se esclarezca todo, no habrá boda entre Fígaro y Susanna.
Acto III
La condesa persiste en la idea de armar una cita entre su esposo y Susanna, a la que piensa acudir ella misma. Algo que Susanna susurra a Fígaro hace desconfiar al conde, quien está decidido a hacer que aquél se case con Marcellina. La gobernanta aparece con don Bartolo, acompañada por un abogado, don Curzio, para hacer valer el pacto con Fígaro.
Pero por algunos detalles, se descubre que Fígaro, es un hijo ilegítimo de Marcellina con don Bartolo. No habrá boda alguna entre ellos. Hay que celebrar dos matrimonios, el de Fígaro y Susanna y el de Marcellina y don Bartolo, que deberán regularizar su situación. Aparece Cherubino vestido de mujer, mezclado entre unas campesinas, Antonio lo descubre. El conde, enfurecido, le ordena que se case con Barbarina. Susanna y Marcellina piden permiso al conde para celebrar la doble boda, y la condesa continua la intriga armada contra su marido; Susanna le entrega al conde una esquela sujeta por un alfiler, en la que le propone una cita. En conclusión, al señor del palacio no le queda otra cosa que autorizar las bodas.
Acto IV
Es de noche y Barbarina lamenta haber perdido el alfiler que sujetaba la esquela: la señal de conformidad que debe entregarle a Susanna en nombre del conde.
Llega Fígaro, que no está al tanto de la intriga de la condesa, y malentiende que Susanna irá a encontrarse con el conde. Pretende desenmascararla, con don Bartolo y don Basilio como testigos, y lanza una invectiva contra todas las mujeres, infieles y astutas. Llegan la condesa y su criada, se intercambian los vestidos, y también se encuentran Cherubino y Barbarina. Luego llega Marcellina y, por último, el conde.
Se da una serie de confusiones, las dos mujeres se burlan de los dos hombres y están decididas a colocarlos en la situación de pedir perdón por sus actitudes, de infidelidad por un lado, y de desconfianza por otro. Las bodas de Fígaro se celebrarán pronto.
Dirección Escénica: Leandro Sosa
Dirección Musical: Fernando Britos
Fígaro: Emiliano Rodriguez
Condesa: Laura Chisari
Susanna: Paula Alba
Conde: Juan Ignacio Suares Christiansen
Marcellina: Bibiana Fischy
Bartolo: Edgardo Zecca
Barbarina: Sofia Osorio
Basilio: German Polon
Antonio: Carlos Trujillo
Cherubino: Monique Nogales
PRODUCCION: CELEBRARTE MÚSICA
Duración: 1 hora y 30 minutos
SOCIOS
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